El bloqueo a las costas; una particular guerrita coercitiva contra Venezuela (1902 – 1903)

Por: Antonio Delgado

     Entre diciembre de 1902 y febrero de 1903, las costas venezolanas fueron escenario de una acción militar punitiva, llevada a cabo por las potencias europeas Alemania, Reino Unido (Inglaterra), Italia y Holanda, bajo la mirada complaciente de los Estados Unidos. Se puede afirmar, que la crisis naval tuvo sus orígenes en dos contextos diferentes pero interdependientes. El primero, era la situación internacional que se hizo patente en las contradicciones interimperialistas por el control de áreas de influencia geoeconómicas; el segundo, las particularidades de la realidad venezolana: los empréstitos bancarios otorgados a la república durante las últimas décadas del siglo XIX.

Escuadra alemana en costas de Venezuela, obra de Willy Stower, año 1902.

I. El contexto internacional. Surgimiento y resurgimiento del imperialismo.

     Marcado por un continuo y creciente desarrollo industrial y financiero, el imperialismo, estaba representado por los centros metropolitanos de poder económico (Inglaterra, Francia, Alemania, Holanda y Estados Unidos), y en menor medida, Italia y la Rusia zarista. Estas potencias se constituyeron en monopolios internacionales cuyo excedente de capital, era invertido en áreas del mundo con mayor atraso económico, industrial, tecnológico y científico, bajo una relación de dependencia colonial y semicolonial. Esta relación se dio en circunstancias en las que el capitalismo ya había consolidado desde hace mucho tiempo el mercado mundial y a medida que fue aumentando tanto la exportación de capitales como el ensanchamiento de todas las formas de relaciones con el extranjero y las esferas de influencia. Durante el período que transcurrió entre 1870 y 1914, básicamente, el reparto del mundo entre las asociaciones capitalistas se dieron en dos áreas fundamentales de la economía mundial: la industria eléctrica y la petrolera. Pero en algunos casos, como el venezolano, tuvo su génesis en los empréstitos bancarios y en las obras ferroviarias.
     De esta manera, las corporaciones internacionales, particularmente, las estadounidenses y alemanas, sobre la base del reparto económico del mundo, entraron en un proceso de contradicciones intercapitalistas por el control de territorios económicos, que se expresó en las luchas de los trust por apoderarse de inversiones, sociedades filiales, yacimientos mineros y petroleros, bancos, entre otros. Este reparto económico del mundo estuvo acompañado de un reparto geopolítico y colonial entre las potencias de Europa y Estados Unidos. Esta política colonial y neocolonial, se hallaba íntimamente relacionada con la nueva fase de desarrollo del capitalismo, la financiera. El rasgo característico de este período, fue el reparto de África, la Polinesia, Asia y América Latina. Mención especial merece el caso latinoamericano y las pretensiones neocoloniales por parte de Estados Unidos, Inglaterra y Alemania que aspiraban obtener posesiones coloniales, incrementar territorios o ejercer influencia sobre América del Sur y el Caribe. Tal era la condición de América del Sur, que se hallaba en una situación de dependencia financiera con respecto a Londres, y luego con Washington. Venezuela no escapaba a esa realidad política y económica, que giraba en torno a los intereses británicos y alemanes por los empréstitos financieros y los negocios ferroviarios que se desarrollaron en el país durante el auge y caída del liberalismo amarillo (1870 1899), y que culminaron en la crisis del bloqueo naval a las costas venezolanas en 1902-1903.

General José Cipriano Castro Ruíz, militar y político venezolano, presidente de Venezuela entre 1899 a 1908.

II. La realidad venezolana 1890 1903.

     El cuadro político, social y económico que pintaba Venezuela durante la última década de la centuria decimonona, mostraba una nación dominada por los últimos vestigios del caudillismo, una sociedad predominantemente rural y agraria, que atravesaba una pésima situación económica, tal como la caída en los precios del café, cuyo valor en las exportaciones para 1902-1903 fue de 20 millones de bolívares, el más bajo desde 1870. Además era un país endeudado, principalmente con acreedores británicos y alemanes. En el caso alemán, el principal acreedor era el Berliner Diskonto Gesellschaft (Disconto de Berlín), empresa de mayor capital extranjero que operaba en Venezuela a través del ferrocarril Caracas Valencia. A la situación económica descrita anteriormente, entre otras, se le sumaba el conflicto con banqueros y capitalistas de Caracas, a quienes el gobierno restaurador presidido por Cipriano Castro, quiso imponer un empréstito para saldar los compromisos económicos del Estado. Los banqueros se negaron y fueron encarcelados. Se prendió entonces, la chispa de la llamada “Revolución Libertadora”, el conflicto interno acaudillado por el banquero Manuel Antonio Matos y apoyado por las compañías extranjeras, entre las que destacaban la New York & Bermudez Company y la Orinoco Shipping Company.
     Los conflictos internos y la baja rentabilidad de las exportaciones, obligaron al gobierno de Castro a suspender los pagos de la deuda externa e interna. A esta decisión se añadió el decreto del 24 de enero de 1901, mediante el cual se instaló una junta calificadora de créditos que fijaba los procedimientos para el cobro y pago de las deudas de la nación. Del mismo modo, quedaron excluidas por tiempo indefinido las reclamaciones anteriores al 23 de mayo de 1899 (día de la invasión al Táchira). Esta medida resultó inaceptable para los acreedores, sobre todo para los extranjeros, quienes acudieron a sus respectivos gobiernos para denunciar la situación de insolvencia y las arbitrariedades cometidas por el gobierno venezolano.

III. El bloqueo naval 1902 1903. Sus causas y consecuencias.

De acuerdo a información del periódico británico The Daily Mail, de fecha 18/12/1902, los problemas que originaron el bloqueo a las costas venezolanas, se sintetizan básicamente en tres tipos básicos: 1) Reclamos por maltratos a súbditos británicos y alemanes; 2) Daños causados a la propiedad durante las guerras civiles y 3) Insolvencia del gobierno venezolano en el pago de la deuda pública externa. Planteamientos que coinciden con algunos historiadores, cuando afirman que el conflicto internacional lo provocó el gobierno de Castro con el decreto del 24 de junio de 1901, la instalación de la Junta calificadora de créditos y el desconocimiento de las deudas anteriores a 1899. No obstante, resulta exagerado suponer que las causas del bloqueo a las costas venezolanas 1902 1903, se hallaban exclusivamente en los reclamos de los financistas británicos y alemanes, para llevar a sus respectivos gobiernos a organizar una acción naval coercitiva contra Venezuela. Estuvieron presentes otras causas, que fueron más allá del cobro compulsivo de deudas. Estudiosos del tema, sin negar que el cobro de las deudas fuera la excusa esgrimida por las potencias europeas para llevar a cabo la agresión contra Venezuela, plantean que la acción punitiva en las costas venezolanas perseguía otros intereses de carácter geopolíticos.

Proclama dirigida por el presidente Cipriano Castro a los Venezolanos el 9 de diciembre de 1902, con motivo del bloqueo a costas venezolanas.

     Durante el siglo XIX, Venezuela fue objetivo del imperialismo británico con sus incursiones y agresiones en el Esequibo. En el caso de Alemania, desde finales del siglo XIX, autoridades navales de la marina imperial, expresaban su interés por adquirir una base naval y estaciones carboníferas en el Caribe y en otras regiones estratégicas. De tal manera, que la coalición anglo-germana en aguas del Caribe venezolano obedeció a los lineamientos de la política exterior de estos imperios. Pero también era evidente que dicha acción militar no podía llevarse a cabo sin el consentimiento de los Estados Unidos, siempre y cuando las potencias europeas no tomaran posesión de alguna parte del territorio venezolano o instalaran bases navales, de lo contrario, entraban en contradicción con la Doctrina Monroe. Visto de esa manera, el bloqueo a las costas venezolanas, que se inició en diciembre de 1902 y culminó en febrero de 1903, fue una disputa por el control de áreas de influencia en el continente americano, de la que Estados Unidos salió fortalecido como nueva potencia imperial, al fijar nuevos parámetros en las relaciones internacionales con las potencias europeas al entrar como mediador y censor en el conflicto que culminó con el Protocolo de Washington. En el orden interno, la proclama del Presidente Cipriano Castro removió las fibras de la nacionalidad y la reacción del pueblo fue inmediata ante los ataques y bombardeos de las escuadras navales imperiales contra la soberanía nacional. Sin embargo, en materia de política exterior el gobierno de Cipriano Castro demostró poca pericia en el manejo de las relaciones internacionales, sobre todo, en la resolución del conflicto naval.

Fuentes consultadas:

Brito Figueroa, F, «Reflexiones sobre el bloqueo de las costas venezolanas en 1902». Caracas, Centro Nacional de Historia, 2008.
Carrero, M, «Cipriano Castro. Soberanía nacional e imperialismo». Caracas, Fundación Biblioteca Ayacucho, 2010.
Irwin, D, “Causas del Bloqueo a las Costas Venezolanas 1902-1903”, Tiempo y Espacio. Caracas, Vol XV, N° 29-30, enero-junio, julio-diciembre de 1998. pp. 115 155.
Lenin, V, «El imperialismo, fase superior del capitalismo». Pekin, Ediciones en Lenguas Extranjeras, 1972.
Velásquez, R, «Cipriano Castro y su tiempo histórico». Caracas, Fondo Editorial Nacional José Agustín Catalá, 1999.

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