Por: Yrene Fernández V.
Que diferencia escribir hoy en día sobre el Baile de Los Pintados, si en el tiempo que decretaron Parque Nacional Guatopo, sus habitantes no los hubieran dispersado unos a Altagracia de Orituco, otros al Tuy, otro artículo sobre la misma manifestación folklórica se escribiera.
Baile de los Pintados, imagen tomada de andreyalejo.blogspot.com
Por otra parte, si en Santa Teresa del Tuy se hubiera seguido dicha tradición, tuviera otro sentir de su identidad. Así como se mantuvo vigente la Cofradía de los Diablos Danzantes, El Baile de San Pedro y San Pablo, las cuales se reconocen como manifestación cultural inmaterial de la Humanidad y se mantiene en el tiempo Los Pastores de El Limón y de San Joaquín, Los Boleros de Caucagua, Río Chico, Mamporal y tantas otras Rememorando una entrevista realizada hacia finales de los 80 al Señor Antonio José Pérez, nativo de Guatopo y guarda parques del mismo, expresó recordar el Baile de Los Pintados realizado el día de San Juan y también el día del Carmen y en ocasiones el día de San Pedro y San Pablo. En él, un hombre se vestía de mujer pintado de negro y otros dos hombres también pintados de negro, bailaban al son de la Guaraña y Marisela ejecutada por guitarra pequeña, cuatro y maraca, se cantaban fulías y se recitaban versos, los bailadores usaban sombreros de papel de muchos colores. Pero una vez decretado Parque Nacional, su gente se dispersó a los pueblos aledaños, es así como se llevaron El Baile de Los Pintados a la población de Altagracia de Orituco. Sin embargo, en el conocido almanaque de la fundación Bigott la registran como manifestación de dicha localidad guariqueña, sin reconocer sus raíces.
Baile de los Pintados, imagen tomada de andreyalejo.blogspot.com
A veces pienso que quizás esos mismos detalles pasaron con otras manifestaciones, si bien ya eran traídas de otros continentes y adaptadas en estos lugares, también con el correr de los tiempos fueron adaptándose de un sitio a otro.
Interesante tradición que si no es por estas iniciativas de historia local y regional pasarían desapercibidas. Gracias.
Saludos Ernesto, gracias por visitar y leer Matria, gracias por tus comentarios